LA MUERTE DE BALD

Unos de los relatos más tristes de la Gylfaginning de snorri tiene como a protagonista Bald, el más bello de los dioses e hijo de Odín y su esposa Frigg. Bald tiene sueños premonitorios de su muerte. Los dioses deciden protegerlo, y obligan a todas las cosas del mundo a prometer que no le harían daño. Durante las reuniones de los dioses, estos se divertían golpeándole o lanzándole cosas a sabiendas de que no resultaba herido. Loki, celoso de la inmunidad de Bald, visita a Frigg disfrazado de mujer y, durante la charla, a Frigg se le escapa que el muérdago ha sido dispensado de formular la promesa de no dañar a Bald debido a su juventud. Loki regresa a su forma natural, arranca un poco de muérdago y lo lleva a la reunión donde esta acribillando a Bald. El hermano Bald, Hod, se encuentra cerca y Loki lo anima a que se una a la diversión general. Le coloca el muérdago en la mano y dirige su tiro en dirección a Bald. Hod se lo lanza a su hermano y este fallece. Los dioses enmudecen de horror. Odín, el padre de Bald, queda especialmente desconsolado. Frigg pregunta quien acudirá a Hel para ofrecer un rescate por la liberación de Bald. Hermod, el otro hermano de los hermanos de Bald, se ofrece. Odín le presta su caballo, sleipnir, y Hermod se pone en camino.Se prepara un suntuoso funeral por Bald. Llevan su cuerpo a la orilla del mar, y arrastran su gran barco, Hringhorni, hasta la playa. Sin embargo, no consiguieron devolverlo al mar, por lo que llaman a una giganta, Hyrrokkin, de la tierra de los gigantes, quien llaga a lomos de un lobo y a modo de riendas usa víboras. Se necesita cuatro guerreros de Odín para contener al lobo cuando la giganta desmonta. Hyrrokkin bota el barco con un simple empujón; los rodillos echan chispas y el suelo se estremece. Thor, siempre dispuesto a matar gigantes, monta en cólera y la amenaza con el martillo, pero los otros dioses ruegan que le perdonen la vida. Colocan el cuerpo de Bald en el barco botado junto a su esposa Nanna, quien ha muerto de pesar. Encienden la pira funeraria y Thor la bendice con su martillo, Miollnir. Un enano llamado Lit corre a sus pies y Thor, irritado, lo arroja de una patada a las llamas, en las que muere. Todos los dioses y muchos gigantes de las montañas y la escarcha acuden al funeral. Odín coloca el anillo Draupnir en la pira junto con el caballo de Bald, que también arde con los arreos.