Friday, June 3, 2011

LAS TRES PASCUALAS






Leyenda penquista - Concepción de Chile -





Que relata el padecimiento de tres hermanas enamoradas de un mismo hombre. Al sentir que habían sido enamoradas y engañadas al la misma vez, cada una por si sola pero al mismo tiempo decidieron quitarse la vida sumergiendose en las aguas de la laguna que lleva sus nombres, para borrar de sus almas este sufrimiento cruel.

EL NACIMIENTO DE CHILE








En el principio, Dios creó las maravillas del mundo.




Sin embargo, cuando terminó se dio cuenta que había muchos trozos sueltos. Tenía partes de ríos y valles, de glaciares y desiertos, de montañas y bosques y praderas y colinas.




En vez de dejar que estas maravillas se perdieran, Dios las dispuso todas en el lugar más remoto de la tierra.




Así es como se creó Chile.

LA CUEVA DEL CHIVATO





Una de las tantas Cuevas del Chivato ( nombre de un demonio), existió al pie de un cerro de la ciudad de Valparaíso, y dicen que era profunda como la eternidad. Esta cueva estaba situada en el centro de la población. Los habitantes de Valparaíso sabían que había dado a la cueva su nombre y mucha celebridad cierto chivato monstruoso que, por la noche, salía de ella para atrapar a cuantos por ahí pasaban. Era fama que nadie podía resistir a las fuerzas hercúleas de aquel feroz animal diabólico y que todos los que caían en sus cuernos eran introducidos en los antros de la cueva, donde los volvía imbunches(*) si no querían correr ciertos riesgos para llegar a desencantar a una muchacha que el chivo tenía embrujada en lo más apartado de su vivienda.
Los que se arriesgaban a correr aquellos peligros tenían que combatir primero con una serpiente que se les subía por las piernas y se les enroscaba en la cintura, en los brazos y la garganta, y los besaba en la boca; después tenían que habérselas con una tropa de carneros que los topaban atajándoles el paso, hasta rendirlos, y si triunfaban en esta prueba, tenían que atravesar por entre cuervos que les sacaban los ojos, y por entre soldados que les pinchaban. Por consiguiente, ninguno acababa la tarea y todos se declaraban vencidos antes de llegar a penetrar en la zona encantada. Entonces no les quedaba más salida para conservar la vida, que dejarse imbunchar, y resignarse a vivir para siempre como súbditos del famoso chivato, que dominaba allí con voluntad soberana y absoluta.
Lo cierto es que nadie volvía de la Cueva a contar lo que acontecía, y que casi no había familia que no lamentara la pérdida de algún pariente en la Cueva, ni madre que no llorase a un hijito robado y vuelto imbunche por el chivato, pues es de saber que éste no se limitaba a conquistar vasallos entre los transeúntes, sino que extendía sus dominios hasta robarse todos los niños malparados que encontraba en la ciudad. *Imbunche: Infante gordinflón repulsivo, para los Mapuches de Chile.

EL COPIHUE





El Copihue Rojo, la flor nacional de Chile, carece de aroma y su estructura es una campana alargada. Se da en colores: rojo, rosado, blanco y también los hay morados, amarillos, cremas, salmón, blancos, con borde rojo y jaspeados.
Por su color rojo, que más abunda, y la manera en que se descuelga, lo llaman Largo Suspiro, pregón del dolor indígena.
Esta flor nació cuando los mocetones partían a la lucha y pasaban los días, las semanas y los meses sin volver a las reducciones.
En esta espera, las jóvenes indias trepaban a los árboles gigantes para alcanzar altura y divisar a los sobrevivientes de la refriega, y descubrían humo y muerte. Entonces descendían llorando, mojando las hojas y estas lágrimas se convirtieron en flor de sangre, que florece para recordar al indio que luchaba hasta morir.

LLACOLEN





En la Laguna Chica de San Pedro, agua y tierra india, vivía el toqui Galvarino con su hija Llacolén, joven princesa mapuche de belleza indiana. Era de largos cabellos castaños que se los batía el viento cuando corría en medio de la selva o el agua se los distendía al nadar en la laguna.
Era hija predilecta del gran toqui y la estirpe estaba latente en su gracia. Era arrogante su andar y su espíritu pronto a estallar.
El gran toqui un día pensó que la hija debía casarse y entró en conversaciones con el cacique Lonco, que tenía soltero a su hijo Millantú, mozo como de bronce y ancho pecho, que se había distinguido por su valor en varias batallas.
Ascendencia y linaje comprometieron a Llacolén y Millantú. El orgullo y valentía de Llacolén se sintieron heridos por la elección de su padre, ella mandaba su odio y su amor. Le habría gustado ser elegida y no convenida. Pero ella acató la voluntad de su padre.
Mientras, el invasor era resistido en lo espeso de las selvas, y el choque se hacía violento entre espadas y mazas. La tierra se teñía de sangre de español e indio. La conquista se hacía recia y el mapuche indomable.
Llacolén veía partir a la guerra a los mocetones por lo espeso de la selva. Y en medio del bosque, como siempre, iba a nadar largas horas en la laguna. Allí esperaba y soñaba.
Un día fue vista por un apuesto y gallardo capitán español, que a las órdenes de don García Hurtado de Mendoza se encontraba en las nuevas tierras. Vinieron las entrevistas y nació el romance. El amor los empezó a abrasar. Fue un amor que en ambos creció. En Llacolén había surgido el amor anhelado, distinto de aquel impuesto por la voluntad de su padre y la tradición.
Un día en alas del viento llegó la noticia de que Galvarino, en singular combate había caído prisionero y que el gobernador García Hurtado de Mendoza había ordenado cortarle las manos para atemorizar a los indómitos hijos de Arauco. Dicen que Galvarino soportó serenamente el atroz suplicio y aún más, alargó la cabeza al verdugo para que también le fuese cortada.
Una vez terminado el castigo y puesto en libertad, amenazó a sus victimarios y corrió a juntarse con sus compañeros para excitarlos a la venganza. Éstos, lejos de escarmentar, al poco tiempo les presentaban batalla a los españoles, bajo el mando de Caupolicán y entre los combatientes se encontraba Galvarino, quien durante la lucha se batió valientemente a pesar de faltarle ambas manos, siendo después ahorcado junto con otros aguerridos en los árboles más altos de un bosque vecino al campo de batalla.
La hermosa Llacolén no supo entonces si amar u odiar a todos los invasores. La desazón y la duda la invadían. Con su alma atormentada y en la mayor desesperanza, fue a buscar la tranquilidad que le faltaba, en medio de la selva, junto a la laguna.
La noche descendía con su oscuridad lentamente, como envolviéndola, como escondiéndola, hurtándola de su tragedia.
La noche y la luna fueron rotas en su silencio de paz, de armonía espiritual. Al galope de su caballo llegó el capitán español, que con palabras de amor y consuelo quería ahuyentar todo pensamiento perturbador de la mente de la joven.
Mientras, Millantú, desesperado, buscaba a su prometida. Guiado por el instinto y la selva, penetró en la espesura del bosque y dio con ella.
Los celos y la traición de Llacolén hicieron presa en Millantú, y obligó al capitán a entrar en violenta lucha. La espada y la maza se cruzaron innumerables veces hasta que, heridos de muerte, rodaron sobre la hierba los dos cuerpos sin vida.
La luna se abre paso a través de la maraña espesa y platea con sus rayos las aguas de la laguna.
Trastornada, Llacolén busca refugio eterno en las profundas y serenas aguas de la laguna.

Sunday, August 3, 2008

LA LEYENDA RUSA DE BABAYAGA






Les puedo decir que en algun lugar de la gran Rusia, vivia un campesino con su esposa, ellos tenian gemelos, una hija y un hijo.

Un dia la esposa murio y el esposo quedo muy triste, la lloro por mucho tiempo.
Pasaron los meses y el penso en casarse de nuevo.
Se caso con una nueva mujer, pero ella no queria a sus hijastros, los retaba por todo y casi no les daba de comer.
Un dia decidio mandarlos al bosque, para que se perdieran.
Les dijo, vayan al bosque a la casa de mi abuela, ella vive en una cabaña con pies de pollo.



Hagan todo lo que ella les pida y seran muy felices, ella les dara dulces y os cuidara muy bien.



Partieron los niños al bosque, pero la hermanita, que no confiaba en la madrastra, partio hacia el pueblo y fue a contarle la historia a la abuela materna.
Oh mis pobrecitos, dijo la abuela, me duele el corazon no poder ayudarles, pero les puedo dar este consejo.
Sean buenos con todos y hagan el bien. Les dio de comer y partieron los niños al bosque.
Despues de muchas horas, llegaron a la cabaña sobre las patas de pollo.
Y una voz de bruja les dijo,
Hmmm huelo a Rusos!!!!
Los niños tenian miedo, pero como la abuela materna les habia dicho, fueron gentiles.
Hola abuela, hemos venido porque nuestra madrastra nos ha mandado a que seamos tus sirvientes.

Ahhh dijo Babayaga, muy bien, muy bien,
los tendre a prueba, si lo hacen bien, les dare de comer, si lo hacen mal, me los comere!!!
hahahahahahahahaha

Los mando Babayaga a traer agua del pozo, a hilar lana, a prender el fuego
y ella salio en su escoba por el bosque.






La hermanita, lloraba mientras hilaba la lana, y aparecieron unos ratoncitos y le dijeron,

No llores linda hermosa, danos galletas tenemos hambre..
La nina, les dio galletas.
Los ratoncitos comieron felices, y le dijeron a la niña, busca el gato negro, el tambien tiene hambre, dale de comer y el te ayudara.

Fue a buscar al gato la nina, y se encontro con su hermanito que lloraba porque a pesar de traer baldes de agua del pozo, la tina seguia vacia, porque tenia unos hoyos magicos

Mientras se consolaban los hermanitos, unos pajaritos pasaron volando y les dijeron,

Danos unas migas de pan, tenemos hambre.
La niña les dio migas, los pajaritos comieron felices y le dijeron,
Busquen arcilla y mezclenla con agua, y la tina se llenara.

Partieron los gemelos al bosque, encontraron arcilla y la mezclaron con agua del estero, con esa pasta, cubrieron la tina y la llenaron con agua, esta vez no se salio el agua.

Cuando regresaron a la cabaña ahi estaba el gato negro, le dieron algo de comer y lo acariciaron, ronroneando el gato les dijo,

Les dare una toalla y una peineta.
Cuando huyan de Babayaga, ella los seguira por el bosque, al oirla tiren la toalla al suelo y un gran rio aparecera, ella tendra que volver a la cabaña a buscar su escoba.

Cuando la oigan de nuevo, tiren la peineta y un gran bosque aparecera y ella no podra volar dentro del bosque y tampoco los vera desde arriba, por que sera muy tupido.


En eso volvio Babayaga reviso todo los trabajos y dijo..
Hmmmm todo esta bien, no los comere hoy, pero quien sabe mañana
hahahahahahahah


Durmieron esa noche sobre paja fria.

Los ratoncitos, les dijeron que en la mañana cuando Babayaga los mandara a buscar leña, llevaran aceite para echarle a la reja del jardin, una cinta de color azul para golgar en un Abedul magico y galletas para darle a los perros.

En la mañana Babayaga les dijo que fueran a buscar leña, mando la bruja a sus perros a que siguieran a los gemelos.


Partieron los niños a buscar leña, y le echaron aceite al porton, el abedul no los queria dejar pasar, pero la niña le colgo la cinta azul y el arbol se alegro, corrieron por el bosque, pero los perros los seguian, la gemela les dio galletas y los perros se devolvieron a la cabaña.



Corrieron los gemelos por el bosque, mientras tant0 Babayaga vio volver a los perros, y les dijo
Que hacen aqui uds, sin los gemelos!
Los mande a buscar la leña, porque quiero comermelos esta noche en una gran sopa.
Los perros, le dijeron a Babayaga,
Nosotros te hemos servido por mucho tiempo, pero nunca nos has dado de comer.
Los gemelos nos dieron galletas.



Babayaga vio al gato sentado en la ventana, y le dijo, Tu gato, porque no has rasgunado a los gemelos?
Ah , dijo el gato, lo mismo que los perros, te he servido, pero tu no me has dado de comer,los gemelos me dieron galletas.


AHHHHH Babayaga se tiraba el pelo de rabia, a patadas con los perros y el gato gritaba como loca, entonces decidio ella ir a coger los gemelos.



Salio al patio, y empujo el porton, que se abrio facilmente y se cayo Babayaga de cabeza al suelo,
furiosa pregunto,
Porton, como es posible que te abras tan facil?

Ahh dijo el porton, te he servido todo este tiempo y nunca me echaste aceite, los gemelos me aceitaron y ahora me abro sin ruido.
ARRGGGGGHHHH Babayaga le dio una patada al porton y entro en el bosque,
ahi vio al Abedul que estaba mirandose en el reflejo del estero muy feliz.

Tonto Abedul! dijo Babayaga, se suponia que tenias que haber parado a los gemelos y no dejarlos pasar.
Ohhh dijo el Abedul, te he servido por mucho tiempo, y tu nunca me has puesto una cinta en mis ramas, los gemelos me pusieron esta cinta azul y me veo bello.


ARRRRGHHHHH Babayaga ya estaba fuera de si, de la rabia.
Partio a la cabaña, saco su escoba y partio volando por el bosque en busca de los gemelos.
Ellos al sentir su risa , tiraron la toalla y un gran rio se abrio detras de ellos, Babayaga no podia cruzar sobre el, ya que era un rio magico.
Subio la bruja en su escoba sobre el bosque y miraba desde lo alto entre las ramas a los gemelos, ellos al sentirla sobre el bosque, tiraron la peineta magica y el bosque se puso tupido, Babayaga no podia entrar ni ver.
ARRGGGHHHHHH se fue gritando de rabia Babayaga a su casa.



Los gemelos llegaron de regreso donde la abuela, quien los acompaño a su casa, ahi los gemelos hablaron con su padre y le contaron la verdad
El padre lloro de alegria , de saber que sus hijos estaban bien, les pidio perdon y mando a la madrastra a que se fuera de regreso a su pueblo
Asi vivieron felices el resto de sus vidas.

Y Babayaga, sigue viviendo en la cabaña con patas de pollo y vuela por los bosques buscando niños para que sean sus sirvientes..

LEYENDA DEL ESPANTAPAJARO