Es un ave mitológica fabulosa que vivía en los desiertos de Arabia, su aspecto era parecido al de una garza, del tamaño de un águila, y tenía 2 largas plumas a modo de cresta. Para los egipcios era como el símbolo de la inmortalidad y dios protector de los muertos, debido a que tenia una estrecha relación con el renacimiento, decían que tenia un color rojo y plumas de oro, y en su honor le dedicaron un templo en Heliópolis que fue la ciudad sagrada del Fénix, donde volvía cada 500 años para morir y renacer ya que este es su principal papel, renacer y crearse a si mismo.
En el reino medio se decía que era el guía del sol, y se le asocio con el planeta Venus, se representaba como una garza, que a veces lleva la corona blanca y dos plumas o la corona Atef o el disco solar. Los cristianos lo adaptaron como símbolo de resurrección.
Según Heródoto un historiador griego, cada 500 años el ave creaba una hoguera de incienso en la que ardía y de la que surgía un gusano que con el calor se transformaba en un nuevo Fénix.
EL FENIX, AVE DE LUZ
En el reino medio se decía que era el guía del sol, y se le asocio con el planeta Venus, se representaba como una garza, que a veces lleva la corona blanca y dos plumas o la corona Atef o el disco solar. Los cristianos lo adaptaron como símbolo de resurrección.
Según Heródoto un historiador griego, cada 500 años el ave creaba una hoguera de incienso en la que ardía y de la que surgía un gusano que con el calor se transformaba en un nuevo Fénix.
EL FENIX, AVE DE LUZ
Solo hay un ave Fénix, gentil, bella y amable y todas las aves la adoran.
Son tantas las aves en el mundo, que si levantaran el vuelo a un mismo tiempo, el cielo se oscurecería.
Pero existe solamente un ave Fénix. De ella se afirma que es como el sol por vivir en el cielo llena de esplendor. También se dice que nace del fuego y muere en el fuego, como el sol que aparece con el brillo dorado de la aurora y muere en el horno rojo atardecer.
Pensemos en el ave Fénix, del tamaño de un aguila, con su plumaje de púrpura y oro, de rojo y naranja, de verde, escarlata y rosa, más brillante que el arcoiris, a quien las aves, sus congéneres, "llaman el dador de vida".
Se cree que el ave Fénix vive mil años, que renace cuando muere y que su juventud es perenne.
Cuando al ave Fénix le llega la hora de su fin, construye un nido de sándalo y otras maderas y hierbas resinosas y perfumadas, en lo alto de una montaña de la lejana Arabia, donde vive.
Echado sobre él abriendo las esplendorosas alas, la luz del sol consume ave y nido, mientras el Fánix canta su mas bella canción y todo queda convertido en perfumadas cenizas.
Pero entre los restos del incendio aparece un huevo, que el calor del sol se encarga en empollar; y aquí que nuevamente nace le ave Fénix, brillante como la luz del sol y aliemntedo por ella. Cuando a crecido suficiente, el jóven pájaro recoje las cenizas maternales volando hacia ejipto las esparce en el tmplo de Osiris, el dios-sol. Entonces durante mil misteriosos años, el nuevo Fénix cuida el mundo y a sus criaturas, hasta que le llega la hora de morir.
"¡Que admirable es!, cantan los pájaros al amnecer y se elevan hacia el Fénix para embriagarse de su luz".
"Pero ¡cuan triste debe estar!, suspira una paloma, al sentirse tan solo en este mundo"
(Blythe, Bestias Fabulosas)
Regalo de mi amigo Luis Alberto Undurraga
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