LEYENDA GRIEGA
DRIADE
En un frondoso bosque cercano a la ciudad de Atenas, existió hace muchos años un claro en el que se alzaba majestuosos el único roble de la zona. Era un árbol venerado por los lugareños porque en él vivía la Dríade Narín, el hada de los ojos dorados, el hada que custodiaba el roble y a la que todos invocaban y ofrecían presentes para que intercediera en su favor cada vez que se adentraban a en el boque para llegar a la ciudad.Cuando Atenas cayó en poder de Roma un senador romano decidió instalar allí su residencia y para construir su palacio, mandó talar el árbol de Narían. Todos le advirtieron que si talaba el roble mataría al hada que en el habitaba y que una terrible desgracia le perseguiría pero él no quiso escuchar a nadie. Durante los cuartas días y las cuatas noches que duraron las obras oyeron el eco de los lamento de la Dríade que allí había muertoY todavía cuentan que cuando por fin se inauguró el palacio una terrible tormenta asoló Atenas y que del cielo cayeron rayos que mataron a todos los invitados del senador.
Dicen que fue la cólera de Zeus que se vengó así de la ligereza de aquel hombre
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